Gracias, Dra. María Cristina, por más de dos décadas de docencia
- Germán Gómez Carvajal
La Dra. María Cristina Solano de Ojeda, quien se desempeñó durante 23 años como docente de Derecho de la Universidad de Ibagué, recibió de la comunidad universitaria una exaltación meritoria institucional, por su entrega y su pasión como profesora e investigadora.
A su retiro, y en acto solemne, la homenajeada agradeció la experiencia de aprender y enseñar en paralelo en clase, así como las oportunidades concedidas por la judicatura, al nombrarla como juez Promiscua Municipal en Cunday, juez Penal de Honda, juez de Instrucción Criminal en Chaparral e Ibagué, fiscal de Juzgado Superior en Ibagué, fiscal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagué y procuradora ante esa alta corporación judicial.
Cabe recordar, también, que había sido seleccionada como integrante de la Academia Colombiana de Jurisprudencia capítulo Ibagué, que corresponde con la incidencia de las investigaciones de la homenajeada en la región.
Testimonios de gratitud
Al respecto, el Dr. Hernando Hernández Quintero, decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad, indicó que “como profesora de la Unibagué cumplió una tarea ejemplar y como investigadora y promotora de las Jornadas de Derecho Económico se destacó notablemente”.
“Su paso -añadió- deja una huella profunda de aprecio y producción académica a beneficio del departamento y el país. Sus estudiantes la recuerdan como una persona amable y sencilla, comprometida con su labor de enseñar”.
Del mismo modo, el rector Alfonso Reyes Alvarado comentó que la docente obtuvo un reconocimiento “a su disciplina, su entrega y la pasión con que aborda los retos que asume; a la humildad con que afronta las exaltaciones a las que se ha hecho merecedora. Por todo esto, es un ejemplo a seguir por sus colegas y un referente importante para sus cientos de alumnos”.
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La Dra. Solano de Ojeda se retira del ejercicio docente a tiempo completo, y aspira continuar como maestra en escenarios de posgrados, para seguir enseñando de manera eficaz, y a su vez, regalarse tiempos de descanso.
César Barrera, director del programa de Derecho y exalumno de la homenajeada, recordó que ella “me indujo el gusto por el derecho penal, se preocupó de más por los estudiantes y les seguía la pista cuando se ausentaban de clase. Ella es una mujer cariñosa, mi biblioteca personal está cargada de libros obsequiados por ella, sin lugar a duda es una profesora inolvidable”.
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